Château de Marly: este palacio de placer, encargado por Luis XIV, reside en su arquitectura fragmentada, perfectamente integrada en el paisaje. En Marly todo es plenitud, exuberancia, permeabilidad. La magia de este lugar ha dado lugar a esta fragancia única de Parfums de Marly. Un spritz fresco, verde y afrutado y un tributo vibrante al poder de la tierra. Una estética bilateral de nobleza y naturaleza, clasicismo y vanguardia, transparencia y profundidad.

Greenley le da la vuelta a la tradicional pirámide aromática con una alta dosis vertical de madera de cachemira en las notas de salida, corazón y fondo. Cada nota, cada acorde se ve realzado por el carácter natural de sus materias primas. Un feliz torbellino de frutas, cítricos, cortezas y savia de árboles. La nota sorprendente de una manzana verde crujiente y picante. Una explosión de audaz frescura. La bergamota siciliana, la mandarina y la violeta se combinan para crear una danza de aromas. Un contraste sensual y parecido al papel de cedro, musgo de roble, ámbar y almizcle.

Al igual que su botella, Greenley es una fuente de energía pura. Un toque primaveral: para lucir durante el día, para regalar o para compartir.