NADA MÁS, NADA MENOS, SÓLO AHORA

Shantaran, el ladrón de bancos de fama mundial, escapó de una prisión de máxima seguridad y huyó a Bogotá. Jugaba apasionadamente al dominó y creía saberlo todo sobre el amor. Y entonces, un día ELLA le salvó la vida. ¿Era ella su ángel de la guarda? No, tenía demasiado demonio dentro para eso. Su perfume era tan picante como noches de baile: tabaco, ron-cola, coñac y, por supuesto, chile sexy. Tan chispeante y tan inolvidable.